Puritanism. The haunting fear that someone, somewhere, may be happy. All government, of course, is against liberty.
All men are frauds. The only difference between them is that some admit it. I myself deny it.
An idealist is one who, on noticing that roses smell better than a cabbage, concludes that it will also make better soup.
For every complex problem there is an answer that is clear, simple, and wrong.
If a politician found he had cannibals among his constituents, he would promise them missionaries for dinner.
If I ever marry, it will be on a sudden impulse - as a man shoots himself.
Immorality: the morality of those who are having a better time.
In this world of sin and sorrow there is always something to be thankful for; as for me, I rejoice that I am not a Republican.
Temptation is a woman's weapon and man's excuse. Adultery is the application of democracy to love.
It is hard to believe that a man is telling the truth when you know that you would lie if you were in his place.
It is not materialism that is the chief curse of the world, as
pastors teach, but idealism. Men get into trouble by taking their
visions and hallucinations too seriously.
Love is the delusion that one woman differs from another.
Marriage is a wonderful institution, but who would want to live in an institution?
The only really happy folk are married women and single men.
No matter how happily a woman may be married, it always pleases her
to discover that there is a nice man who wishes that she were not.
É pau, é pedra, é o fim do caminho
é um resto de toco, é um pouco sozinho
é um caco de vidro, é a vida, é o sol
é a noite, é a morte, é um laco, é o anzol
é peroba do campo, é o nó da madeira
cainga, candeia, é o Matita Pereira
É madeira de vento, tombo da ribanceira
é o mistério profundo
é o queira ou nao queira
é o vento ventando, é o fim da ladeira
é a viga, é o vao, festa da cumeeira
é a chuva chovendo, é conversa ribeira
das aguas de marco, é o fim da canseira
é o pé, é o chao, é a marcha estradeira
passarinho na mao, pedra de atiradeira
Uma ave no céu, uma ave no chao
é um regato, é uma fonte
é um pedaco de pao
é o fundo do poco, é o fim do caminho
no rosto o desgosto, é um pouco sozinho
É um estrepe, é um prego
é uma ponta, é um ponto
é um pingo pingando
é uma conta, é um conto
é um peixe, é um gesto
é uma prata brilhando
é a luz da manha, é o tijolo chegando
é a lenha, é o dia, é o fim da picada
é a garrafa de cana, o estilhaco na estrada
é o projeto da casa, é o corpo na cama
é o carro enguicado, é a lama, é a lama
é um passo, é uma ponte
é um sapo, é uma ra
é um resto de mato, na luz da manha
sao as aguas de marco fechando o verao
é a promessa de vida no teu coracao
É pau, é pedra, é o fim do caminho
é um resto de toco, é um pouco sozinho
é uma cobra, é um pau, é Joao, é José
é um espinho na mao, é um corte no pé
sao as aguas de marco fechando o verao
é a promessa de vida no teu coracao
É pau, é pedra, é o fim do caminho
é um resto de toco, é um pouco sozinho
é um passo, é uma ponte
é um sapo, é uma ra
é um belo horizonte, é uma febre terca
sao as aguas de marco fechando o verao
é a promessa de vida no teu coracao
É pau, é pedra, é o fim do camino
é um resto de toco, é um pouco sozinho
///É pau, é pedra, é o fim do caminho
é um resto de toco, é um pouco sozinho
Es un palo, una piedra, es el fin del camino
es un resto del juego, un poco solitario
un pedazo de vidrio, es la vida, es el sol
es la noche, es la muerte, es un lazo, el anzuelo
es el árbol del campo, el nudo de
la madera
cainga (?), lámpara, es Matita Pereira
Es madera del viento, es caer de un precipicio
Es el misterio profundo
es lo quiera o no quiera
es el viento soplando, el fin de la ladera
Es la viga, es el vano, es la fiesta en la cumbre es la lluvia lloviendo, la conversa de la rivera
de las aguas de marzo, es el fin del cansancio
es el pie, es el suelo, la marcha en la ruta
pájaro en mano, piedra de la honda
Una ave en el cielo, una ave en el suelo
es una corriente, es una fuente
es un trozo de pan
es el fondo del pozo, es el fin del camino
un rostro de disgusto, que es un poco solitario
Es una astilla, es un clavo
es una punta, es un punto
es una gota goteando
es un relato, es un cuento
es un pez, es un gesto
es una plata brillante
es la luz de la mañana, es un ladrillo (?)llegando
es la leña, es el día, el final del camino
es la garrafa de caña, una estilla en la carretera
es un proyecto de casa, es el cuerpo en la cama
es un carro descompuesto, es el barro, es el barro
es un paso, es un puente
es un sapo, una rana
es un resto del arbusto, en la luz de la mañana
son las aguas de marzo cerrando el verano
es la promesa de vida en tu corazón
Es un palo, una piedra, es el fin del camino
es un resto del juego, es un poco solitario
una cobra, un palo, es Joao, es José
una espina en la mano, es un corte en el pie
son las aguas de marzo cerrando el verano
es la promesa de vida en tu corazón
Es un palo, una piedra, es el fin del camino
es el resto del juego, un poco solitario
es un paso, es un puente
es un sapo, una rana
es un bello horizonte, una fiebre terciana
son las aguas de marzo cerrando el verano
Es la promesa de vida en tu corazón
Es palo, una piedra, es el fin del camino
es el resto del juego, es un poco solitario
///Es palo, es piedra, es el fin del camino
es el resto del juego, es un poco solitario
Acabo de encontrar este artículo en mi computadora. No sé ya ni por qué lo escribí, pero me pareció gracioso. Es sobre los sofocos que provoca la vida en Miami, Florida. Ojalá lo encuentren divertido.
Por Jorge Luis Arboleda
A todos aquellos
que se quejan de los inconvenientes de vivir en Miami, yo tengo sólo una
respuesta: Miami siempre será Miami. Para los residentes de origen latino, la
ciudad tiene un saborcito muy nuestro. Y uno revive aquí las frustraciones y
delicias de la vida en el terruño. Pero para quien recién llega –y eso lo
recuerdo aún en carne propia– la ciudad mantiene al menos por un tiempo esa
aura mágica que lo tiñe todo de… bueno, magia.
Es curioso que
cada vez que uno conversa con latinos que viven en otras ciudades de Estados
Unidos, uno siente ese dejito de envidia que los corroe. Y saltan las
referencias al maravilloso clima de Miami, las hermosas playas de Miami, la
vida nocturna de Miami. En suma, la vida sabrosona, alegre y jacarandosa que se
refleja en los programas de la cadena Univisión. No saben los pobres que para
el habitante de Miami como el de cualquier otra ciudad estadounidense, lo más
probable es que esa vida llena de glamour se quede en el televisor.
En el verano,
cuando uno podría disfrutar de este único y esplendoroso clima, lo más probable
es que te estés deshidratando y muriéndote de sofocos, cuando no estás
aguantando los aguaceros o angustiándote por las tormentas tropicales o los
huracanes que “ya vienen, ya se acercan… ya doblan hacia aquí… no, no, se van
hacia el Atlántico.”Las mejores épocas,
el otoño y el invierno, donde los calores amainan y uno saborea un resquicio de
frescura, este año exageraron la nota friolenta, haciendo que muchos tuvieran que
arreglar las calefacciones de sus casas por primera vez y dormir con pijamitas
de franela y pantalón largo.
Pero bueno, no
seamos negativos, chico, vayámonos a la playa, ¿no? Claro, si aguantas los
atracones del tráfico y tomas tu Valium antes de salir, para que no te dé un infarto
cada vez que el conductor que viene detrás te asuste con su bocina si te
demoraste más de cinco segundos en acelerar después de la luz verde.
Bueno, eso es parte
del color local, digamos. Dejémonos de ser cascarrabias y vayamos a caminar por
Miami Beach y cenar algo en las mesitas aireadas de Ocean Drive. Supongamos que
después de dar una docena de vueltas por calles atiborradas de gente y tráfico
en busca de estacionamiento, usted logra hallar un huequito que parece de
ensueño – sin parquímetros ni letreros amenazadores – a diez cuadras del lugar.
Una pequeña caminadita entre lindas chicas en pantaloncitos cortos y la piel
bronceada no le hace daño a nadie. Y después de hallar un lugarcito acogedor, todo
va de lo más bien hasta la hora de pagar la cuenta y empieza el consabido
diálogo que no se en los shows de Univisión: Usted: “Un momentito, ¿no me dijo
usted que eran dos copas por 8 dólares?” El mesero con una sonrisita
imperturbable: “Por supuesto, pero eso si lo consume con el menú de 50 dólares
como le dije. Mire, aquí está bien explicadito, en la letra chiquita.”
Minutos después,
cuando ya te pasó la furia y luego de propinarle una pequeña rasguñadita al
alicaído “available balance” de tu tarjeta de crédito, vas en busca de tu automóvil
y no lo encuentras. Y entonces “pande el cúnico” como decía El Chavo del Ocho.
Hasta que alguien que se apiada de verte subir y bajar por la calle “hablando
en lenguas” y con cara de trance, te recomienda que mejor llames a información
en busca del depósito más cercano al que llevan a los vehículos por mal
estacionamiento. Ya te enterarás luego de que ahí no puedes pagar con tarjeta,
claro, sino con cash. Efectivo rabioso, que le llaman algunos. Por algo será.